Más allá del debate que se plantea de cara al futuro acerca de la posibilidad de implantar el horario corrido en el comercio salteño en forma permanente, el Sindicato de Empleados de Comercio quiere que esa modalidad se instrumente mientras dure la emergencia sanitaria provocada por la pandemia de COVID-19. Así lo señaló el pasado viernes el secretario general del Sindicato de Empleados de Comercio, César Guerrero; quién se reunió con el vicegobernador Antonio Marocco y le pidió que traslade esa inquietud al Comité Operativo de Emergencia (COE). De la reunión participó también la vicepresidenta tercera de la Cámara, la senadora Silvina Abilés.
Guerrero explicó que el horario habitual de trabajo cortado de Salta genera que los trabajadores deban viajar dos veces ida y vuelta desde el trabajo hacia sus domicilios, lo cual genera mayor congestión en el transporte público, incrementando la peligrosidad ante una eventual circulación comunitaria del virus. Al abrir los comercios de 10 a 18 de forma ininterrumpida, respetando las 8 horas de jornada laboral, los trabajadores sólo se trasladarían una vez ida y vuelta, disminuyendo la circulación de personas en la vía pública.
Finalmente, el dirigente sindical aclaró que los comercios de supermercados considerados esenciales deben quedar exceptuados, continuando con sus jornadas habituales por la dinámica propia de la actividad y las necesidades sociales.
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