La comunidad kolla de Colanzulí, en el departamento de Iruya, logró establecer un circuito de comercialización que va desde la cosecha, acuerdos de precio justo con compradores, embolsado y transporte de su producción de oca andina, un tubérculo de importantes propiedades nutricionales. El logro se alcanzó tras un proceso de fortalecimiento y desarrollo económico, con el acompañamiento del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas.
“Nos alegra hoy contarles que ya salió el primer cargamento de oca del año para comercializarse en Córdoba”, se anunció ayer en la página (aquí), celebrando el acontecimiento. Es que no sólo se trata de una comunidad originaria, sino que además la distancia de Colanzulí a los mercados son enormes, por caminos no siempre en buen estado. Haber podido desarrollar un circuito comercial es un logro de enorme envergadura.
La oca es una de las fuentes de energía más importante para los pobladores de las regiones andinas, ya que además aporta una buena cantidad de nutrientes como carbohidratos, calcio, fósforo y hierro que aportan a su dieta. En los Andes, los tubérculos son puestos al sol luego de ser cosechados, de esa manera adquieren un sabor más dulce, pues desarrolla un mayor contenido de sacarina.
Se recomienda beber en ayunas una cucharada del zumo de los tallos y tubérculos de la planta para aliviar las molestias causadas por la gastritis. La pasta que se prepara con harina de Quinua y tubérculos de Oca molidos, se utiliza como emplasto contra el dolor de garganta, así como para acelerar la maduración de los abscesos. Los tubérculos frescos, molidos y mezclados con vaselina se aplican sobre el acné.
Además, su alto contenido de almidón y minerales lo convierte en un ingrediente nutritivo en la elaboración de panes y queques. Su alto contenido de almidón, minerales y ácidos orgánicos permite numerosas aplicaciones, además de la panificación antes mencionada, se le suma la extracción de alcohol mediante la fermentación.
El uso más frecuente es el alimenticio, en la elaboración de platos de diferentes gustos y tradiciones, ya que puede comerse hervida, cocida al horno, frita, encurtida, con vinagre o en ensaladas frescas.
Lejos de la región andina, la oca se considera un producto exótico y se emplea en la cocina gourmet.
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