Una protesta de los trabajadores dejó en tierra ayer los aviones de la empresa Andes, que no volverán a volar por lo menos hasta el próximo viernes 14 de este mes. Los pasajeros que tenían vuelos programados para los días que dure la medida de fuerza recibirán el reintegro del dinero abonado.
Desde la Asociación del Personal Aeronáutico explicaron que la protesta se debe a que la empresa no abonó los sueldos durante los últimos cinco meses, obligando a los trabajadores a enfrentar situaciones límite como la necesidad de vender los muebles para poder seguir viviendo. “Los dos aviones de Andes están parados en Aeroparque porque la empresa no consiguió los fondos necesarios para achicar sus deudas”, indicó Juan Pablo Armanino, delegado de la regional Norte de gremio.
Esta falta de solvencia está atada a una deuda por $ 280 millones que la provincia de Chubut pagó a la empresa con bonos, pero que hoy nadie quiere comprar por el virtual escenario de default que enfrenta esa provincia. Como los bonos no se pueden vender, la firma no puede acceder a dinero en efectivo.
De acuerdo al dirigente sindical, las familias afectadas por el cese de operaciones de la empresa son 110 en Salta, y más de 200 en todo el país. Armanino expresó además su temor de que esta situación derive en la quiebra de la compañía, que dejaría a todos esos trabajadores en la calle.
Fuentes cercanas a Andes reconocieron el mal momento de la empresa, y derivaron responsabilidades en lo que consideraron una “pésima política aerocomercial” del Gobierno de Mauricio Macri. Es que, aunque la “revolución de los aviones” permitió el desembarco de nuevas compañías y nuevas rutas, “al eliminar el piso tarifario desataron una competencia salvaje en la que la estatal Aerolíneas Argentinas competía de igual a igual con las low cost, pero con un multimillonario subsidio del Estado que ninguna otra compañía tiene”.
Desde la empresa advirtieron además que a la salida del país de Norwegian y los inconvenientes propios, podrían sumarse en las próximas semanas complicaciones con Flybondi y JetSmart, que hoy “están operando a pérdida y en poco tiempo podrían quedar fuera de competencia”.
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