Mercado Libre y Mercado Pago anunciaron esta semana que desde el próximo martes 8 de julio comenzarán a aplicar cargos diferenciados por provincia, en función del peso que tiene el impuesto a los Ingresos Brutos en cada jurisdicción. Hasta ahora, las comisiones por vender en ambas plataformas eran iguales en todo el país, independientemente de las disparidades impositivas locales.
Según explicaron desde la empresa, el cambio busca “transparentar el impacto real de los tributos provinciales” que deben afrontar vendedores y usuarios. Se trata de una respuesta de la empresa líder del comercio electrónico en el país a la distorsión que provocan las distintas alícuotas de Ingresos Brutos, que generan inequidades entre quienes operan en distintas regiones del país.
¿Cual es la situación de Salta?
Ambas empresas precisaron que, en principio, bajarán las comisiones para usuarios que operen en Corrientes, Río Negro, Santa Cruz, Formosa y Santiago del Estero, provincias que tienen alícuotas más bajas de Ingresos Brutos en comparación con el resto del país.
Por el contrario, subirán los costos para operaciones en Córdoba, Santa Fe y Jujuy, donde el peso del impuesto es más elevado. Salta se encuentra en el pelotón del resto de las provincias que,inicialmente, mantendrán los cargos sin cambios.
El impuesto a los Ingresos Brutos es uno de los tributos más cuestionados por los empresarios, que aseguran, aumentan el costo para los consumidores. Así lo expresó Mercado Libre en un comunicado oficial: "Ingresos Brutos es un impuesto distorsivo que afecta a vendedores y consumidores, encarece los productos y servicios, va en contra de la formalización, reduce la competitividad y genera mayores costos".
El anuncio de Mercado Libre y Mercado Pago sobre la aplicación de cargos diferenciados por provincia llega en un contexto de creciente tensión entre el Gobierno nacional y los gobernadores por la carga impositiva, en especial por el impuesto a los Ingresos Brutos, un tributo provincial que analistas tributarios y empresarios consideran un tributo regresivo y distorsivo, ya que se aplica sobre los ingresos brutos sin permitir la deducción de costos. Además, las alícuotas varían según la provincia y la actividad económica, lo que genera fuertes asimetrías.
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