Bar 2222, el sueño de un emprendedor inquieto que se definió por las agujas de un reloj

Lo soñó desde siempre. Noctámbulo y acostumbrado a desempeñarse en el sector gastronómico, Sebastián Monzón miraba el reloj y no fallaba, siempre daban las 22:22. La hora en el relajo transmitía un mensaje.

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Casi que lo profetizó, Sebastián Monzón no es supersticioso, pero por alguna casualidad del destino, todas las noches cuando miraba el reloj en su trabajo, este le daba la misma hora, 22:22.


Esta coincidencia, tan recurrente, fue el disparador del nombre de su negocio. “Fue ahí cuando supe que, cuando tuviese un bar le iba a llamar 2222”, contó a IN Salta.  Esto resultó para el emprendedor una simpática casualidad que lo acompañó durante años. 

Junto a su socio Martín Segura y la incondicional compañía de sus dos pequeñines que revolotean por el patio y el comedor, se lanzaron a la aventura hace ocho meses. Sí, otro emprendimiento que vio la luz en plena pandemia.

“Ahí es cuando empieza a jugar también el nombre, porque algo de locura hay en el lugar, en todo este proceso de emprender”, admite.

El bar está ubicado en lo que sería el entorno Balcarce, en donde el ambiente general es de bohemia, folclore modernizado y peñas. Bar 2222 es un recoveco del espíritu del rock. De hecho, cada sándwich lleva el nombre de un artista del género. 

“Nos gustó esta onda, nos parecía que hacía falta un lugar así, en donde la gente pueda relajarse escuchando buena música y degustando platos con una vuelta de rosca”, explicó.

Todo de cero

El tema de la comida no se toma a la ligera. Sebastián le dedica todo su empeño para asegurarse que la experiencia sea realmente completa.

“Todo se inicia desde cero, a mí no me gusta nada marcado. Desde las papas en adelante, todo se prepara al instante, no hay nada ni siquiera precortado en la heladera. La carne es toda de palenque Premium, todo es de calidad, los fiambres son de calidad, todo lo que usamos es de calidad y no vamos a bajar la calidad para tener más rentabilidad. Esa es la premisa con la que nos manejamos”,  garantizó.

“Aquí la idea es que puedas sentarte a comer un sándwich. Pero no cualquier sándwich, nosotros le ponemos el toque. Aquí no vas a encontrar el clásico lomito con tomate y lechuga. Nuestras especialidades tienen rúcula, cheddar, bacon, en fin, todo tiene un toque”.


También preparan menús diarios, ejecutivos y hasta van a eventos.

Bar 2222, absolutamente recomendable, acércate a Ameghino 507. En redes sociales los encontrás como Facebook: 2222

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