En esta oportunidad, la Cámara concretó un encuentro de trabajo con el diputado nacional, Javier David. Allí, diferentes miembros de la Comisión Directiva, le detallaron los inconvenientes que debe afrontar un desarrollador desde el inicio de sus proyectos para el cumplimento de las distintas normativas vigentes, que incluso en algunos casos, llegan a ser impuestas retroactivamente modificando los alcances de los desarrollos, a mitad del camino.
“Para nosotros, hoy es un desafío enorme plantear un esquema de costos que haga viable un desarrollo. Y no lo decimos solo por el contexto inflacionario que nos afecta a todos, sino también por la modificación de reglas de juego que se imponen retroactivamente y desarticulan lo planificado”, explicaron los directivos de la Cámara.
“Nuestro trabajo es a largo plazo y si desde el Estado no nos dan previsibilidad desaniman las inversiones, que en este contexto económico y de déficit habitacional, entendemos que son necesarias. Nosotros estamos dispuestos a aportar para mitigar junto con el Estado ese déficit con propuestas inclusivas que apunten a sectores medios; pero para eso necesitamos que el Estado facilite estas inversiones dejándonos trabajar a nosotros y que subsidie a la demanda, ayudando a las familias a acceder a sus primeras viviendas”, señalaron los dirigentes empresarios.
Otra de las preocupaciones del sector está vinculada a la fuerte presión tributaria, que a criterio de los desarrolladores solo tiene un mero objetivo recaudatorio, lo que enmarcado en esta coyuntura económica hace muy compleja la ecuación para llevar adelante inversiones de largo aliento.
En este sentido, el diputado David les comentó una propuesta que está en elaboración con su equipo de trabajo y que tiene como objetivo conformar un banco de Inversión y Vivienda. “Es una herramienta más que estamos delineando para lograr que miles de familias puedan acceder a la casa propia. En cada rincón de la provincia detectamos esta realidad y coincidimos en que es un tema central sobre el que hay que trabajar en conjunto. Creemos que esta propuesta será el vehículo para satisfacer esa necesidad”.
David explicó además que “el Banco de Inversión y Vivienda abre distintas alternativas no solo para viviendas sociales sino también financiando construcciones a quienes ya tienen su terreno o lote, brindando el acceso a materiales, subsidiando tasas en el mercado financiero y apalancando programas de desarrollo urbano. El BIV podrá captar inversiones financieras de salteños para salteños y servir de nexo para el fomento de emprendimientos asociados que generen valor agregado y empleo”.
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