Verde, cocina de estación, el emprendimiento que está revolucionando la manera de “hacer dieta” de los salteños

Rafael Del Carlo y Silvana Gimenez se propusieron hace tres años una meta: resolver el almuerzo para el trabajador con una comida sustanciosa, nutritiva y rica.

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Rafael Del Carlo y Silvana Giménez eran dos trabajadores en relación de dependencia que -como la gran mayoría del grupo que no regresa a su hogar al mediodía-  se enfrentaban todos los días al reto de preparar “la vianda del almuerzo”. Hasta entonces, en la vorágine diaria, la alimentación siempre quedaba en segundo plano, un trámite más del día a resolver para seguir hasta la tarde. “Nos costaba muchísimo encontrar viandas que sean variadas y sanas y ricas”, recuerda Rafael sobre los inicios.

Amante de la comida, el flamante cocinero no estaba dispuesto a dejar que la rutina se apoderara de algo tan significativo para él como el “buen comer”. Ambos dejaron la seguridad de sus trabajos para apostar a esta nueva idea. Así nace Verde cocina de estación.

El primer capital fue utilizado para instalar una pequeña fábrica hogareña de pastas, lo que los alejaba de su meta original y el “volantazo” se dio en el momento oportuno.  

“Nos dimos cuenta de que había una demanda insatisfecha de productos saludables. Nos juntamos con una licenciada en nutrición que es quien hoy dirige nuestro plan nutricional  y elabora menús personalizados para quienes padecen diabetes, hipertensión, colesterol y tienen resultados maravillosos”, garantiza.

El servicio de la asesoría está incluido en el plan de alimentación. Rafael mismo es un ejemplo de ello, ya que se jacta de haber rebajado más de 20 kilos sin hacer dietas, simplemente consumiendo los productos naturales y frescos que salen de su cocina.

Verde y muy nuestro

“Nos diferenciamos del resto porque tenemos una responsabilidad social. Trabajamos en alianza con pequeños productores y destacamos el valor del producto local, entonces cocinamos con quinoa, habas, productos regionales y generamos un impacto en la salud de las personas por el tipo de cocina que hacemos”, reflexionó.

“Hacemos un conjunto muy bueno entre la nutricionista y el cocinero para el óptimo manejo de los productos y sacamos plato muy ricos, es comida sana pero no es comida de hospital”, señaló.

La palabra dieta no es de las favoritas de Rafael, él confía más en cambios alimentarios que transforman rutinas y vidas.

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