A una altura de 2.600 metros sobre el nivel del mar, en Cachi Adentro, se encuentra la plantación de viñedos de Bodega Puna, un proyecto familiar dentro del cual Carla Morizzio tiene a su cargo la dirección de Marketing y Comercialización. “Comenzamos con la vitivinicultura en el 2011 en nuestra finca de Cachi; nuestra primera cosecha fue en el 2017 y fue muy emocionante ver el resultado de tanto trabajo”, compartió en diálogo con IN Salta.
Morizzio destacó que en el mundo de la vitivinicultura la presencia de las mujeres es constante. “Hay enólogas ingenieras agrónomas, sommeliers y, en el ámbito de la comercialización. Esto es una tendencia que crece, ya que podemos aportar al ámbito en donde trabajamos nuestra percepción y punto de vista diferente al del hombre”, indicó.
La Bodega Puna cuenta con tecnología de primer nivel, única en la zona; y el proceso de elaboración cumple estándares de calidad exigidos en mercados nacionales e internacionales, lo que posibilita que estos vinos lleguen a distintas partes del mundo. A esto se suman los aspectos naturales: la altura de los viñedos, el clima, la amplitud térmica, los rayos ultravioletas de la zona y la tierra de Cachi.
Sobre las tareas que lleva adelante, Morizzio destacó que “lo interesante de la industria del vino es que incluye actividades muy diversas para llegar al producto final: el vino. Desde la actividad en campo, el proceso en bodega, el embotellado y luego su comercialización, no hay ninguna actividad más difícil que otra; todas tienen sus vicisitudes y situaciones especiales”. En el caso de Bodega Puna, esto incluye un staff permanente de 15 personas, que se duplica en tiempo de cosecha y poda.
Los números siguen creciendo. “Actualmente las plantas que están produciendo suman un total de 80 mil kilos. En los próximos años se irán incorporando a la cosecha otras plantas que aún son jóvenes. Por ejemplo algunas como las de Cabernet, que el año que viene darán uvas para cosecha; y otras como la Syrah, que lo harán en dos o tres años. Eso elevará la producción total a 200 mil kilos de uva”, indicó la empresaria.
La parte social también es clave para el desarrollo de Bodega Puna, y para dar respuesta se aporta al desarrollo de comedores y merenderos de la zona, a lo que se espera seguir sumando acciones.
Con relación al rol de la mujer, si bien no es palpable aún una real igualdad, es necesario compartir este tipo de ejemplos con un mensaje positivo. “Quiero alentar a todas las mujeres a animarse a emprender, tenemos muchas capacidades para desarrollar y llevar adelante proyectos, así que solo hay que intentarlo”, finalizó Morizzio.
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