El corte realizado a mediados de mes para contabilizar la cantidad de turistas que llegaron a Salta indica que desde principio de año se cuentan 1.700.000 visitantes. La cifra deja cerca al sector de una meta: recuperar los niveles prepandemia cuando viajar no era un problema.
El informe sigue con el dato del impacto económico aproximado a los $ 71.000 millones, con una alta demanda de servicios y la generación de puestos de empleo en los sectores vinculados con la industria turística.
“Es una buena noticia aunque no un logro”, dijo el ministro del sector Mario Peña al indicar que hay que seguir trabajando y posicionando a la provincia en los diferentes mercados. “Vamos a tener un buen verano, sobre todo por el aporte de los países vecinos” como Bolivia y Paraguay.
En el camino de la recuperación, la conectividad juega un papel principal. La distribución y la estructura de la conectividad mucho más, de acuerdo a lo mencionado por Peña quien además que Salta e Iguazú están destinados a convertirse en los HUB de distribución por excelencia, por la ubicación geográfica de ambas ciudades. Salta puede ser –según el funcionario- la puerta de ingreso a la Argentina.
Salta tiene a la fecha conexión directa con nueve destinos nacionales (todas las regiones) y una ruta a San Pablo (Brasil) que luego de la temporada emisiva de ese país quedó establecida de manera permanente con dos frecuencias semanales. Los vuelos nacionales son a Santa Fe, Buenos Aires, Córdoba, Tucumán, Chaco, Río Negro, Neuquén, Mendoza y Misiones.
“En el contexto de crisis histórica más duro para el turismo, comenzamos a planificar no sólo cómo recuperamos los niveles de actividad de 2019, si no que trabajamos en políticas de crecimiento que fueron plasmadas en nuestro plan estratégico Liderar”, indicó el funcionario, mirando a los próximos cinco años.
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