Una caravana integrada por trabajadores del ingenio San Isidro, vecinos de la zona de influencia y el apoyo de referentes de diferentes fuerzas políticas de izquierda unió ayer la localidad de Campo Santo –donde funciona la planta cerrada desde enero pasado- con Salta Capital, para concretar una protesta frente a la Casa de Gobierno, en el Centro Cívico Grand Bourg.
Allí los dirigentes sindicales y un grupo de obreros fueron recibidos por el ministro de Gobierno, Justicia y Derechos Humanos, Marcelo López Arias, quien les reiteró que la Provincia comparte con ellos el interés de que el grupo Gloria, propietario de la empresa, resuelva lo antes posible la venta del establecimiento.
En la reunión se hizo mención a las gestiones realizadas y que siguen en marcha ante Nación, con la empresa e inclusive con posibles compradores. Y se dejó expreso el interés de ambas partes para que la resolución sea lo más beneficiosa para los empleados.
“Queremos, como ustedes, que Campo Santo sea próspero con un ingenio en funcionamiento”, dijo el titular del Ministerio de Gobierno, al reconocer la actitud y la madurez de los trabajadores durante este período, desde que el grupo Gloria anunció el cierre del ingenio.
Al secretario general del gremio, Mariano Cuenca, y a los trabajadores que lo acompañaron en la reunión, el ministro López Arias recordó que a la empresa se le pidió celeridad a la venta entre privados y volvió a descartar la posibilidad de una expropiación por parte del Estado, que es impulsada por el sindicato y el Partido Obrero en la Legislatura.
Tu opinión enriquece este artículo: