En el marco del simposio Bioeconomía Argentina que se desarrolló en Salta, los distintos actores del ecosistema productivo salteño participaron del Workshop de Innovación Empresarial cuyo objetivo fue generar mayores capacidades de gestión en las asociaciones de productores y cámaras empresariales.
A través de esta iniciativa, los participantes articularon sus propuestas para consolidar ideas, proyectos y demandas tecnológicas sectoriales que propicien un uso intensivo de los conocimientos y las tecnologías para producir innovaciones a un nivel local y regional.
La mecánica de trabajo permitió que en mesas sectoriales, siguiendo un esquema en base a las premisas como ¿quiénes somos?, ¿qué hacemos?, ¿hacia dónde vamos?, se delineen la misión, visión y metas, junto al análisis FODA de cada sector.
En una segunda etapa, tras detectar las principales problemáticas del sector y definir las tecnologías innovadoras a incorporar para desarrollar mejoras, se elaboraron propuestas de superación.
Las mesas de trabajo propuestas correspondieron a los sectores frutihortícola, vitivinícola y floricultor, cada una estuvo integrada por expertos académicos, representantes del sector empresario y del gobierno.
Sobre el simposio Bioeconomía Argentina
En Salta se desarrolló el quinto de seis simposios que están previstos para este año en las diferentes regiones del país. El de Salta que congregó a decenas de particpantes de Buenos Aires, La Pampa, Santiago del Estero, Ctamarca, Jujuy y Salta; tuvo a disertantes de renombre internacional como Ian Vazquez Rowe, que llegó desde Lima, Perú, para exponer sobre “El análisis de ciclo de vida en los sectores Agroalimentario y Biotecnológico: utilidad y desafíos“.
Desde el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua de México, disertó Rita Vázquez sobre “Retos y desafíos de la huella hídrica en América Latina“. Rodrigo Navia de Chile expuso sobre “Valorización energética y material de residuos“; mientras que sobre “Seguridad alimentaria. Enfoque europeo: hechos, visiones y oportunidades“, lo hizo Pier Sandro Cocconcelli, de Milán, Italia.
En las intensas jornadas se conocieron también las diferentes alternatvas de asistencia técnica y financiamiento gubernamental para impulsar la bioeconomía. Se conversó sobre la bioeconomía y sus aportes al desarrollo sustentable; la bioeconomía: ¿desarrollo económico, desarrollo sustentable o sustentabilidad?; el desarrollo territorial y las claves para pensar la construcción de territorios inteligentes en el marco de la bioeconomía. Se conocieron los casos de empresas como Ledesma para la sustitución de energía fósil por energía renovable; y el reciclado de bidones de productos fitosanitarios de la empresa Terramaq S.R.L.
Se analizó el agregado de valor en origen y economías regionales, la producción integrada avícola, la cadena de valor de la carne bovina en Salta.
Se debatió sobre la sinergia entre energía renovables y bioeconomía, se escuchó una charla sobre la disponibilidad de biomasa en el NOA, otra sobre la producción de biogas para el abastecimiento de una cocina comunitaria, y una sobre la utilización de la teledetección y sistemas de información geográfica para cálculo de volumen de producción, ubicación geográfica y transporte de materia prima vegetal.
Sobre el final se expuso sobre biotecnología y bioinsumos; los aportes al desempeño ambiental de la industria citrícolaen Tucumán; el desarrollo biotecnológico aplicado al monitoreo y control de enfermedades infecciosas que afectan la producción ganadera; por último se conocieron las políticas sectoriales para promover la bioeconomía en la región noroeste.
El paradigma de la bioeconomía
En los últimos años, el concepto de bioeconomía está adquiriendo vital importancia a nivel global como respuesta a las crecientes demandas poblacionales, la menor disponibilidad de recursos fósiles y las consecuencias del cambio climático. A pesar de que el nivel de estabilización de la población mundial inicialmente se estimaba en 9.000 millones de personas en el 2050, revisiones recientes indicarían que éste se produciría en 12.000 millones de habitantes alrededor del 2100. Ante estas problemáticas comienzan a evidenciarse marcadas tendencias hacia patrones productivos más sostenibles desde el punto de vista económico, social y ambiental.
La bioeconomía surge como un nuevo paradigma que comprende la convergencia de las nuevas tecnologías en los sectores productivos tradicionales, implicando una etapa de transición que sustituiría el modelo de industrialización actual. El foco de las discusiones se orienta a mayores productividades en el marco de mayor sostenibilidad económica, social y ambiental. Estas tendencias conducen al uso más eficiente de los recursos naturales y a mayores requerimientos científico-tecnológicos de los procesos productivos para lograr una captura más eficiente de la energía solar y su transformación en otras formas de energía y productos.
Oportunidades de Argentina
Argentina posee características que ofrecen múltiples oportunidades para el desarrollo de la bioeconomía local. El país posee un extenso territorio, gran variedad climática y de biodiversidad, una importante superficie de bosques nativos e implantados, y sectores agrícola-ganaderos y agroindustrial altamente competitivos. Adicionalmente, se han adoptado en forma temprana los avances biotecnológicos y existen capacidades científicos-tecnológicas de avanzada.
Según se estima, nuestro país dispone de una amplia producción de biomasa y tiene fuerte potencialidad aún para aumentarla pero con deficiencias relacionadas a la base industrial. Para países como Argentina, existen importantes oportunidades en relación a la provisión de alimentos, energía y biomateriales ante las demandas mundiales de nuevos mercados aún no consolidados. Esto constituye un buen punto de partida para el desarrollo de nuevas cadenas de valor y su entramado con las cadenas tradicionales.
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