El norte argentino ha entrado en un proceso de sequía que va a tener un fuerte impacto en la producción. Desde PROGRANO, el referente Lisandro De Los Ríos explicó que “venimos de un verano de lluvias desparejas y bastante mezquinas que sufren las principales economías regionales que tenemos, que son soja, maíz y poroto”.
Si bien la superficie total destinada a cultivos de granos de invierno no ocupa más del 20% de la superficie ocupada en verano, hubo menos trigo y garbanzo por la falta de humedad en el suelo y lo que se sembró no está prosperando de la mejor manera por las inclemencias climáticas.
En la Provincia se siembran cada verano aproximadamente 1,2 millones de hectáreas de granos como maíz, poroto, soja, chía, sésamo y otras especialidades; mientras que los cultivos de invierno ocupan apenas 200 mil hectáreas.
“La sojización en Salta no existe. Es más, este año por primera vez en 30 años se sembró más superficie de poroto que de soja”, ejemplificó De Los Ríos.
Pero la situación de sequía no solo afecta a los cultivos, sino a la producción ganadera por la disponibilidad de pasto para hacienda. “Veníamos de un verano de pocas lluvias y al no haber lluvias por cinco meses se terminan las pasturas y hay que alimentar a los animales con granos y suplementos”, detalló.
En Salta la campaña de siembra de granos gruesos empieza a principios de diciembre. “Esperamos que las lluvias de noviembre brinden un perfil de humedad en el suelo que permitan prosperar a las plantas” auguró.
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