La Autopista del Valle de Lerma representa una de las inversiones más importantes en infraestructura de los últimos años. Con un trazado de 22 kilómetros y equipamiento lumínico en todo su recorrido, la obra está diseñada para agilizar la circulación en la Ruta Nacional 68 y reducir los tiempos de viaje entre la capital salteña y los municipios del valle.
El proyecto contempla además siete nudos viales y tres puentes que mejorarán la fluidez del tránsito. A esta infraestructura se suma un canal colector pluvial de 12 kilómetros, que desembocará en el río Rosario y resolverá los problemas de inundaciones que durante décadas afectaron a vecinos, productores y automovilistas.
Los beneficios alcanzarán tanto al transporte de cargas como al de pasajeros, fortaleciendo sectores estratégicos de la región como la agricultura, la industria y el turismo. En este último caso, se prevé que incremente la llegada de visitantes a destinos como Coronel Moldes, la zona de diques y los Valles Calchaquíes.
La obra será financiada íntegramente con recursos provinciales, generando empleo local durante su ejecución y sentando las bases para un crecimiento sostenido. Se trata de una respuesta concreta a una demanda histórica que busca potenciar el desarrollo de todo el Valle de Lerma.
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