Los Sánchez Cárdenas de Fragancias Salta, pioneros en la aromatización de ambientes en la capital salteña

Comenzaron cuando nadie más se dedicaba a este rubro y luego de un periodo intenso de conquista de clientes y posicionamiento de la marca, hoy son referentes en la venta de fragancias para ropa, autos y ambientes.

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En 1999, Iris Cárdenas se desempeñaba como auxiliar en cosmiatría y tenía dos peluquerías en Mendoza pero las cosas cambiaron cuando la empresa en la que trabajaba su esposo, Pablo Sánchez, decidió trasladarlo a Salta. En ese momento, la familia entera viajó al norte, dispuesta a un nuevo comienzo.

Además de sueños e ilusiones, Iris trajo en su bolso fragancias para ropa. Al principio, empezó ella sola vendiendo algunas en las calles del centro y cuando el negocio prosperó, contactó a otras mujeres que necesitaban una entrada de dinero extra en sus casas. “Llegó un punto que éramos 50 mujeres vendiendo fragancias en la calle, cada una en su lugar, algunas en zona sur, otras en zona norte y así”, comenta Cárdenas en la entrevista con IN Salta.

Además, en esos primeros años, contó con la ayuda incondicional de su hijo mayor, también llamado Pablo Sánchez, quien se encargaba del trabajo duro: llevar, traer, subir y bajar los bolsos con fragancias para que los clientes de Salta (incluso también los de Jujuy y de otras localidades) pudieran sentirlas.

De a poco, el sueño de Iris iba tomando forma hasta que en diciembre del 2015, abrió su primer local al fondo del Paseo del Sol, en Alvarado 750. “Ya éramos muchas chicas que trabajábamos en la venta de fragancias y el lugar en casa como depósito ya nos quedaba chico, por eso decidimos embarcarnos en el negocio propio. Hablo en plural porque mis hijos estuvieron siempre a la par mía, los tres se criaron acá entre fragancias, así que pude verlos crecer al mismo tiempo que crecía el negocio”, recuerda emocionada.

Todos los días, un momento de esplendor

Después de tantos años de salir a buscar a los clientes, que sean ellos los que ahora lleguen a comprar los productos al negocio, es para Iris un sueño cumplido.  Una vez que pusieron el local, se mudaron dos veces más hasta llegar a la vidriera central que da a la calle donde están ubicados actualmente: “Para ser franca, yo pienso que acá todos los días tienen su momento de esplendor. Yo brillo cada vez que entra una persona al local, me alegra mucho, me enorgullece cuando alguien llega y me dice que me compraba cuando yo empecé. Es una emoción enorme”.

Desde un cajón de ropa hasta una gran empresa

Fragancias Salta es un negocio que se hizo gracias a los clientes fieles, aquellos que siempre vuelven a buscar los productos porque quedaron satisfechos con compras anteriores y porque a pesar de la crisis, siempre mantuvieron la misma calidad e intentaron poner el menor costo posible para que sus clientes puedan comprar en efectivo y en tarjeta.

Si bien, comenzaron vendiendo sólo las fragancias, hoy tienen todo tipo de productos para aromatizar un lugar, desde un cajoncito de ropa, un auto, hasta un banco o una empresa de seguros. También comercializan lámparas de sal, una gran apuesta que suma a la pyme.

Es importante destacar que Fragancias Salta hace ventas por mayor, con un mínimo de 10 unidades. “Hay clientes que nos compran para empezar su pequeño negocio. Siempre digo que esto suma a la billetera. Es tener platita todos los días, para comprar pan, para comprar las fotocopias de tu hijo. Esto es del día a día, la ganancia la vez ahí y la tenés en tu billetera”, dice Cárdenas entusiasmada.

El secreto: la actitud y la atención

Después de muchos “no”, viene el “sí”. Todo es cuestión de actitud y de tener ganas de progresar, esta es la premisa que ha guiado el negocio de los Sanchez Cárdenas, desde el principio y los ha llevado a posicionarse como uno de los pioneros en la comercialización de fragancias para ropa, autos y ambientes.

“Empezamos cuando no había nadie más haciendo lo mismo. Me acuerdo que cuando yo iba a ofrecer las fragancias a los locales de ropa, la gente pensaba que manchaban. Yo hacía la prueba en una prenda económica y les decía que si le pasaba algo con el producto, me la llevaba. Cuando volvíamos otra vez al local, nos compraban porque les encantaba la fragancia pero fue un periodo de conquista, ¡fue remarla mucho!”, cuenta Iris a IN Salta.

Además, las redes sociales le han dado un fuerte impulso al emprendimiento porque hoy los clientes, conocen el producto y saben qué están buscando. Que las personas entren al local diciendo que quieren una fragancia o una lámpara que vieron por Instagram, lleva a sus dueños a superarse todo el tiempo en cuanto a variedad y calidad de productos para hacer la diferencia respecto a la competencia.

Nueva incorporación

Iris se encarga de las compras pero también de las ventas porque le fascina el contacto con sus clientes. Sus hijos, Pablo y Lucía, se ocupan de manejar las redes sociales del negocio ya que funcionan como un canal de ventas paralelo. Y recientemente, su esposo, Pablo Sánchez, se incorporó a la pyme familiar, después de desempeñarse durante años como gerente en una empresa.

Ahora, es común ver al matrimonio atendiendo el local en el Paseo del sol, junto a Camila, su hija menor.

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